domingo, 2 de octubre de 2011

garrapatas

bovinos garrapatas


Las garrapatas del ganado vacuno son un grupo de parásitos artrópodos hematófagos causantes de una enfermedad parasitaria externa que afecta a los bovinos en todas sus edades, causándoles una anemia perjudicial para la producción e irritación y malestar en los animales.
Cuando una enfermedad cursa con algún tipo de anemia, definiéndose a éstas como la incapacidad de la sangre de transportar oxigeno, se llega invariablemente a una baja en la producción individual y general del rodeo. Estas bajas en los rendimientos productivos se ven acentuadas en casos tales como animales jóvenes, viejos, hembras lactantes o aquellos cuyo sistema inmunológico esté afectado en forma temporal o permanente.
En cuanto a la distribución existen en la actualidad muchas zonas libres de este mal debido a los intensos planes de erradicación que se han llevado a cabo en muchos países a causa de las pérdidas económicas que este parásito causa. Por ejemplo en Brasil las pérdidas económicas ocasionadas por la infestación por garrapatas han sido estimadas en más de 1000 millones de dólares anuales; en Australia se estima que las pérdidas sean de 100-150 millones de dólares al año; y en Cuba, sólo por el concepto de enfermedades hemoparasitarias trasmitidas por las garrapatas, se ha ocasionado la pérdida de alrededor de 100 000 cabezas en la última década.
Debido a estas grandes pérdidas ocasionadas por las garrapatas la ciencia ha alcanzado avances significativos con respecto a la lucha contra este parásito, como el desarrollo de una vacuna recombinante.


Diagnóstico

El diagnóstico de esta enfermedad se realiza analizando los signos y síntomas antes descriptos: Diagnóstico clínico; y observando al parásito a simple vista sobre el animal en diferentes regiones corporales: Diagnóstico etiológico. (Hay que tener en cuenta la historia clínica del rodeo y de la zona).
Como diagnóstico diferencial se puede nombrar a otra garrapata que afecta tanto al bovino como a otras especies (perro, etc.): Otobius megnini, que se diferencia del género Boophilus porque sólo los estadios de larva y de ninfa son los que se alimentan. Además su superficie dorsal se encuentra revestida de espinas (de aquí el nombre vulgar de "garrapata espinosa". El tratamiento de O. megnini es el mismo que para las garrapatas del género Boophilus.

Tratamiento

Para el tratamiento contra las garrapatas del bovino se aplican drogas cuyo espectro abarca a otros parásitos externos. Lo más común es el uso de productos químicos, aunque su utilización se ha encontrado con grandes desventajas como la aparición de poblaciones de garrapatas resistentes, así como los efectos perjudiciales para los animales (serios problemas de contaminación de la leche y de la carne), los seres humanos y el medio ambiente. Además de estos medicamentos que son ya ampliamente conocidos por la gente de campo, existen las vacunas recombinantes contra garrapata que están ganando cada vez más terreno en el mundo.
Actualmente las avermectinas son las protagonistas en muchos países del mercado de ectoparasiticidas (endectocidas), pero debemos tener en cuenta que todavía se siguen usando los baños de inmersión, de aspersión y las fumigaciones, y que en muchos casos son la mejor opción. Las drogas si bien son las mismas que para muchos otros parásitos externos, cuando se refieren al tratamiento de garrapatas se las denomina ixodicidas (de la familia Ixodidae) o garrapaticidas o acaricidas, dependiendo del laboratorio que las fabrique.
A continuación se presenta un cuadro de drogas cuyo espectro alcanza a las garrapatas:

Ver cuadro de fármacos

Refiriéndonos al tema baños y para lograr un resultado óptimo del tratamiento se deben realizar dos inmersiones con un intervalo de 9-10 días entre uno y el otro. Este intervalo entre baños se debe a que tanto la metalarva como la metaninfa son los estadios resistentes a los garrapaticidas, por poseer doble cutícula quitinosa. Salvo excepciones, con dos baños sucesivos bastaría para eliminar el parásito del rebaño.

Además de estas drogas se puede tratar a los bovinos contra las garrapatas con la vacuna recombinante. Esta consiste básicamente en una forma de prevención pero por fines didácticos está incluida dentro de tratamientos. La base científica de la vacuna recombinante está en la creación de anticuerpos por parte de los bovinos contra una proteína intestinal (antígeno) de la garrapata, la BM86. Esta proteína se consigue producir gracias a qué se aisló el gen que la codifica y se la agregó luego a la cadena de ADN de la bacteria Escherichia coli. Por lo tanto ésta última es la encargada de sintetizar la proteína, para poder así con esto fabricar la vacuna. De no haberse conseguido hacer este logro, la meta de producir una vacuna contra garrapatas sería inalcanzable. Cada dosis de 2 ml contiene 100 µg de Bm86 en base oleosa (Montanide como agente emulsionante y aceite mineral como adyuvante). Al ser una vacuna no posee poder de volteo, hay que esperar que los parásitos succionen la sangre del hospedador para ver los resultados.
Con la utilización de la vacuna se logra además disminuir en forma evidente el número de tratamientos con drogas ixodicidas, con un consiguiente ahorro monetario y una baja en el riesgo de contaminación del medio ambiente, los animales y el hombre.
La vacuna se comercializa desde Cuba, país donde fue desarrollada, y desde allí se exporta a otros países como Colombia, Brasil y México.
Esta vacuna, que contiene como principio activo a la proteína recombinante Bm86, ya ha demostrado su efectividad en el control de poblaciones de B. microplus en países como Cuba, especialmente cuando se combina con tratamientos garrapaticidas químicos, lo que se conoce como control integrado de las garrapatas.

En cuanto a la selección de productos, informarse acerca de las prohibiciones o legislaciones para los compuestos y/o toxicidad potencial en la manipulación de los mismos.

Prevención

Cada productor debería implementar una desparasitación externa sistemática de todos los animales que ingresen al establecimiento, controlando así no tan sólo a las garrapatas sino también a otros parásitos perjudiciales para la producción (piojos, sarna, moscas, etc.).
Como prevención se utiliza alguna de las drogas antes mencionadas y siguiendo los mismos principios básicos que al tratarse de un tratamiento.
El movimiento de animales enfermos de esta parasitosis de un lugar que se encuentre en una "zona sucia" a otro que esté en una "zona limpia" es un factor más que preponderante en el momento de la diseminación de la garrapata. Vale recordar que las garrapatas transmiten muchas otras enfermedades, y que al haber "zonas libres" o "zonas liberadas" o "zonas de lucha" (bajo algún tipo de Plan de Lucha y Erradicación) también son libres de esas otras enfermedades.
Es por esto que un punto fundamental a tener en cuenta en la prevención, es la desparasitación de todos aquellos animales que sabiendo que están enfermos se vayan a movilizar. Esto es muy importante, por ejemplo en la movilización de animales que provengan de "zonas sucias" y se destinen a "zonas limpias".
En caso de no saber si los animales se encuentran enfermos, debería siempre implementarse como medida precautoria, en cada establecimiento, la revisación de los animales a movilizar y de los transportes a utilizar para tal fin (con un tiempo prudencial de 20 días para poder realizar un tratamiento completo en caso de encontrarse garrapatas) y proceder a tratar, previo a la partida, a todos los animales a movilizar.
En aquellas zonas que se encuentren bajo algún Plan de Lucha y Erradicación de alguna de las especies del género Boophilus deberán seguirse los mismos pasos que si se tratase de una "zona limpia". Los aspectos científicos y tecnológicos de la campaña de lucha no deben estar nunca supeditados a la organización burocrática.

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